miércoles, 12 de marzo de 2008

Shotwoman



Miss puntual a las Veinte horas compra el boleto porteño. Diez minutos después arriba del bus se sienta en el n°7. Duda de todo lo que está y va a hacer. Se ríe frente a la ventana. El mp3 hacía saltar sus tímpanos. La música hacía conexión con sus pensamientos oscuros melosos. Llevaba su mejor ropa negra, como en los viejos tiempos. Ve Corta la esperaba puntual a las 23 horas en el terminal. Estaba ebrio y su estúpido bigote no ocultaba su estúpida sonrisa. Pero tenía un departamento cerca de la diversión. El olor a mar estaba en cada calle y eso era bueno. Con cuatro hombres iba a ser la noche. Chico P, Big A y 4 Ojos. De todas formas Ve Corta debía ser the one. Pero la vida y los hombres tienen vueltas y sorpresas que pueden asustar a cualquier primerisa soñadora. La Miss está curada de espanto. La mierda que ha corrido entre sus piernas la tiene más que advertida. Si vas, asumes lo que pueda pasar. Y la Miss sabe acomodarse a las circunstancias.
La cerveza estaba regalada y los cuatro varoniles grababan videos haciendo shotgun beer. Cómo te tomas una cerveza de 500 cc en 6 segundos. Uf qué machos! Pfff. Los grados del alcohol invadían la sangre y los cuatro machos quisieron salir a bailar. Ebrios los cuatro y la Miss caminaron por el puerto hacia una huevada que se llama Huevo. Escupió el chicle y mascó uno nuevo. Pidió que le dejen pasar rápido porque estaba que meaba las zapatillas de guardia. Y llegó al baño más decente que hayas visto en la costa discotequera. Se lavó las manos y soltó la risa porque pensó que venía algo muy bueno. El baile y después quién sabe. Pero desde aquí hay que cambiar el tiempo del cuento.
Salir del baño y mirar el panorama. Ir con Chico P a comprar un vaso negro y probar el sabor del ron barato. Buscar entre la gente los bigotes de Ve Corta. Chico P que se pone en medio. La Miss que lo aparta y lo ve. Ve Corta bailando con una pendeja de buenos modales. Y la Miss que no entiende ni carajo. Nada. Qué pasó con la invitación de Ve Corta bigotes imbéciles. El diablo lo sabe. Los amigos creen que a la Miss le va a durar la cara de asombro toda la noche. Pero no. Si Ve Corta la invitó al puerto para mostrarle como la pendeja educada le peina los bigotes con sus labios, pues perfecto. Se fue a la barra planeando qué mierda hacer. Y Chico P que está al lado le habla de treinta días de viaje por un país. Hasta que lo escuchó. Vamos a bailar. Vamos a masajear la pista, le dijo. Y a la Miss le dio risa su lenguaje termal. Es lo mejor que pudo haber pasado. Porque a la Miss la empezó a conquistar el color tabaco del Chico P, mejor amigo de bigotes. El le grito en el oído: olvidate de Ve Corta bigotes!!! Look at me!!! La envolvió sin trucos e hizo desaparecer el mal rato. Después vino el paseo por sus labios carne cruda y su estómago tibio como un té con canela. No había que hablar demasiado para entender que estaban hechos para juntarse sólo por esa noche y no volver a verse jamás. El Ve Corta se quedó con la adolescente modales finos, que no quiso llevarlo a su casa. Y la Miss se fue con Chico P a contar las estrellas que había en sus ojos color madera de Raulí. Brindaron toda la madrugada por esa adicción de corta duración. Cuando todos dormían la Miss tomó su bolso y no dijo adiós.

1 comentario:

dEsoRdeN dijo...

Y que le quiten lo bailado a la intoxic! ;P