HE MAN Y SHE RA

En la calle de la fascinación vas caminando con calma. Hay mucho al rededor para mirar. Te sorprendes de ver una señora y su marido tomados de la mano comprando una flor amarilla con cinta blanca. A un lado del kiosko que vende dulces y revistas está una pareja. Se besan tiernos como tostadas con mantequilla. En la calle de la fascinación estas parada y ves que en el poste de la luz se apoya un joven guapillo. Fuma y bota humo por la boca de una forma elegante, pero sencilla. Miras tu reloj y la hora pasa al mismo ritmo de siempre, lento. Te compras un helado con crema y el señor que te lo vendió te sonríe cuando te pasa el vuelto. En la calle de la fascinación algunos pasan riendo y otros pasan mirándote a los ojos. El sol no es cruel, es tibio nada más. Y la tipa que siempre pasa a las 6.15 pm sin mirar a nadie, con cartera y tacos escandalosos, hoy te cayó bien. En la calle de la fascinación hoy me fumé unos asuntos que compré por precio barato y no quedé debiendo nada. Después me fui a la casa algo más tranquila que ayer.