viernes, 15 de junio de 2007

ÑAMIKUAW





Mientras afuera los cero grados de esta ciudad son la tortura más despiadada contra las personas en situación de calle, como dijo Dalí -el profesor de fotografía-, las cosas aquí dentro de este cuarto oscuro y tibio, están en combustión: se ha derramado la sangre ante un lente.

Cuando Miss Intoxic tenía 7 años dejó de pensar que su segundo apellido era francés. Una monja ordinaria le había contado el cuento chilensis de las raíces europeas. Y es que Raipan no se dice Gaipên... se dice RAIPÁN. Su madre se lo explicó muy bien, para evitar cuestionamientos existencialistas. De todos modos estos igual vinieron. Después de la revelación sintió un orgullo enorme. Llegó a la clase diciendo que los hombres piluchos de las láminas en historia eran sus parientes. Como la crueldad infantil no es un fenómeno reciente porque Informe Especial mostró el bulling, una niñita de nariz respingona y pelo rubio al peo le dijo: Ah! entonces no me junto contigo, porque los indios son cochinos.

Como a Intoxic no le vienen con historias, le regaló un combo a la niñita con las mejillas llenas de airada sangre Mapuche. Aunque la valentía no le alcanzó para coraje, porque la castigaron y lloró toda la tarde por tener esa sangre de mierda metida en las venas.

La pelea infantil se olvidó, aunque la cautela de saber guardar el secreto del apellido la siguió por años. Una vez conoció un niño que podría haber sido su novio, pero cuando Intoxic le deletreó bien su segundo apellido, diciéndole que no era Rayban, sino Raipan, el adorado se marchó sin dar vuelta la cara.

Miss Intoxic no entendía por qué el tema del apellido tenía que ser un tema en este jodido país. Y por qué alguna gente se especializa en hablar pestes de los "indios", como si estuvieran frente a una lacra. Hay personas, muchas, que dicen ser absolutamente tolerantes, que encuentran bacan tener la sangre mapu. Pero igual cuentan chistes sobre indios o se ríen frente a las bromas de los demás.

Hace algunos años tuvo un novio que cada vez que se topaba con alguna persona pobre, morena y que no lo atendía con la celeridad que a él le hubiera gustado, blasfemaba como un enloquecido: ¡qué más les vas a pedir a estos indios! Después lo arreglaba diciendo: pero si no me refiero a los indígenas tuyos, me refiero a la gente tonta o a los flaites.

Pues Miss Intoxic hace tiempo se siente adolorida, ya no por tener que escuchar las bromas de la gente estúpida, sino de no saber cómo acercarse realmente a esta cultura que le es practicamente ajena, de la cual su madre no le enseñó mucho, porque ella tampoco recibió tradiciones, palabras, nada.

Todos los años trata de ir al centro de la ciudad el 12 de octubre. El Día de la Raza quizás sea el momento más cercano que tiene a ese pueblo tan vulnerado por la modernización. Es un día en que la Intoxic quiere olvidar que sabe hablar inglés y no sabe más de cuatro palabras del mapu, es un día para gritar el ay-ay-ay-ay bien fuerte, aunque los pacos anden mirando feo. El año pasado se atrevió a bailar la danza en el cierre del acto. No quiere olvidarse de eso. No quiere dejar de recordar quien es. Una mezcla de gente, al final, pero entre medio de esas gentes están los mapuche. Y nuevamente repetirse que el nombre sí es importante, pero no cuando los cuicos lo preguntan para encasillar en una clase social. Es importante porque tiene un significado, porque el nombre es un ritual y es un modo de sentir pertenencia.

6 comentarios:

Jorge Espinoza E. dijo...

Marrichiwueu!!
Hola Miss intoxic, no había escrito nunca antes en este blog, bueno la verdad es un habito k pocas veces llevo a acabo, lo importante es k me ha gustado mucho lo k escribes, tus disparos como aparece en un extremo, supongo k te encuentras bien y ese suponer me alegra, espero k todo marche bien con la vida de reportera, es emocionante y aburrida a la vez, pero la mayoría de las veces es mejor... Un beso a la distancia y cuídese mucho....
Jorge.-

Unknown dijo...

Nuestra identidad es un enorme puzzle que necesita que cuidemos todas las piezas para poder ser completado. Cabeza arriba y orgullo, respetando siempre lo diferente.
besos intoxicados

Natalia e. dijo...

Me saludo a mi misma
Mari mari laminen!

Natalia e. dijo...

Gracias por tu saludos Desordenado... te debo una marca en tu caótico espacio!!

Y sí, siempre orgullosa jejeje...

Unknown dijo...

Nata me gustó mucho tu blog y en especial lo que escribes sobre tus orígenes. De verdad me parece genial que te sientas orgullosa de ser mapuche.
Muchos besos y sigue escribiendo!!!
P. Sierralta

Anónimo dijo...

Me gustó mucho, saludos!