jueves, 1 de marzo de 2007

Decepción a Poca Luz

Me desespero. Vivo lejos. Disculpa. Soy afuerina. Tú estás dentro. Yo viajo para entrar. Me desespero otra vez. El aparato telefónico era mi vía para acercarme a tu oído loco. Te decía lo que de mi estómago nacía como una bola de fuego que no alcanzó a llegar a ti. Quería enternecerte con mis viajes a la capital sólo para verte. Buscaba trastornaste con mi volada-under-de-región, tal como tú lo hiciste conmigo. Sólo que tú estas adentro. Jeringas, bránulas, el sexo, la farándula y todo eso.
Al parecer hoy son otras las que violentan tu calma nocturna. No sé desde cuando y eso me desespera. Hubiera preferido verte con un hombre, en vez de con ella.
Porque la decepción a poca luz que me atacó la otra noche en la disco me dolió como un raspaje casero, sangriento, febril, sin antibióticos y bien Colonial.
Aborté todo lo que guardaba bajo la falda. Lo que estaba reservando como una Im-bécil de 17 años, villa maría, las condes, algo bien opus. Sí, en eso me estaba convirtiendo. Por vocé.
Pero tú estabas con las jeringas, las bránulas, el sexo, la farándula. Y a mi alrededor las luces moradas, rojas y parpadeantes.
Por eso es que vi en colores cuando la besabas como en Ex-tasis. La lamías como un Tras-tornado. La rozabas como si no hubieras cerrado bien tu bragueta. Mi corazón trotaba como un Agré-sor. Y yo vomitaba a un lado de la pista de baile. Lo único alucinógeno era ver mi vómito en colores morado, rojo y parpadeante. La poca luz me cofundía. Pero la decepción me encabritaba. Limpié mis labios. Sorbetié mi nariz. Tragué. Y caminé.
No me viste llegar a tu lado. No me viste levantar la mano-derecha. No entendiste nada cuando tomé tu mentón con mis dedos y lo giré rápido hacia mi para que me vieras la cara húmeda de lágrimas patéticas. Balbucié un torpe 'chao'. El último chao de nuestras vidas.
Antes de que ella se diera cuenta de algo yo había volado al otro extremo de la pista. Me perdí entre los cuerpos negros, bacilantes y En-piscoleados. Choqué con el 97% de los que elegí de antemano para chocar, llorando, como en la peor telenovela teenager de canal 7.
No te he vuelto a oir. Alguna vez he marcado tu número, pero después corto. Cuando me meto en la ducha te mando maldiciones vía thinking of you.

*Para vocé, chika de los nuevos comenzares, me caes mal.*

1 comentario:

Mujer Doméstica dijo...

*A mi me encantó esa noche en Blondie*