lunes, 26 de enero de 2009

Encontrar

Busqué en el metro de la capital sucia. Busqué en los parques y las plazas menores. Me senté con libros, sinceramente los leí por si aparecías. Busqué en bibliotecas, en los pasillos y patios de la universidad. Busqué en bares negros y pistas de baile. Busqué en los tragos dulces, en los amargos también. Busqué en tugurios clausurados. Busqué en el precipicio. Busqué en amigos. Busqué en desconocidos, forasteros, asaltantes y paseantes. Busqué en cantantes, poetas, escribientes. Con fiebre y aburrida también te busqué. Pero mira tú la vida, el destino, como quieras decirle... justo cuando dejé de buscar, te encontré. El más improbable, el más escondido, el más callado, sencillo y tenebroso. Dos vidrios, una nariz y barba tigereteada. Rojo, azul y negro. Figura del rincón de la habitación. Poca risa, mucho pensar. Yo una rehabilitada, desencajada la vista, reconstruida. Una descarada que recogía sus pedazos cada lunes. Una aspirante a ser digna. Un atado de moños y cables de cobre. Una carcajada lanzada en el viento. De todas maneras armada hasta los dientes, dispuesta a no dejar que te fugues así como así.

viernes, 16 de enero de 2009

RecordarmE

Recordarme En Este Sitio dice abajito de donde uno anota su contraseña. Mi contraseña invertebrada rasguña el blank para dejarme entrar en mi sesión. Mi sesión de SpA tendrá que esperar, pues ahoritita mismo me dispongo a comenzar mi sesión contigo. Contigo es con quien quiero lamer heridas, descongestionar narices y reir de nuestros chistes. Chistes son los que me cuentas hasta las 4 y cuarto de la madrugada, entre calambres y calambres sexuales. Sexuales somos tú y yo, dos perros guachos que tras cada esquina recogen un poco de polvo, improvisan un nido y se limpian el uno al otro con sus lenguas ásperas. Ásperas son mis penas de ayer y hoy, ásperas no dudemos que seguirán siendo, pero mientras te tenga a tí y a Mi Sangre, mi vida siempre, siempre será honey on cereals.